Autor: Efraín Pérez León
La depresión por sí misma no es una enfermedad terminal, no mata. Pero puede conducir hacia la muerte cuando, en casos graves, se piensa en el suicidio como una solución.
La depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquier ser humano. Afecta a adolescentes y adultos; a personas de todos los colores, razas, posición económica y edad; sin embargo, pareciera
afectar a más mujeres que hombres durante la adolescencia y la edad adulta. Se caracteriza por un cambio en el estado de ánimo, en el comportamiento o en la forma de pensar, puede llegar a
perjudicar las funciones mentales y físicas de quien la padece.
Pero no lo confundamos con la tristeza, porque ésta es un estado de ánimo que podríamos llamar “normal”. El sentimiento de tristeza, usualmente tiene una duración breve, en
cambio un estado depresivo es aquel que dura más de dos semanas.
Una persona de quien no mencionaremos su nombre, publicó este mensaje en internet:
“Soy una persona muy inteligente, con muchas bendiciones y me apena sentir como me siento, saber que no me escuchan en mi familia me provoca arrancarme el corazón, y esto me apena. Aún más a
pesar que soy maestra y se supone debo mostrar lo bonita que es la vida. Tal vez sean también las pérdidas de 2 miembros de mi familia, pero esta depresión ya me lleva años, desde que era niña y
viví cosas que me robaron mi inocencia…”
La depresión puede presentarse por distintas causas; el principal motivo es la pérdida de algo o de alguien: pérdida del trabajo, bienes, perder a un ser querido, a la pareja, la salud, problemas
familiares, soledad, estrés cotidiano, o simplemente por pérdida del interés en lo que antes nos agradaba. Cuando se pierde la salud en casos de enfermedades terminales, conduce a algunas
personas a estados depresivos en donde se convencen de que la muerte es la mejor solución, y que el mundo estaría mejor sin ellos.
La depresión se manifiesta generalmente como una tristeza profunda y persistente, se llora con facilidad con o sin motivo definido, aislamiento, falta de concentración, trastornos del sueño,
inestabilidad emocional, trastornos en la alimentación, agitación e ideas de suicidio. La depresión, incluso, puede alcanzar a dañar la estabilidad emocional de algunos niños. Las mujeres tienen
un mayor índice de prevalencia de esta enfermedad debido a problemas hormonales, antes o después de la menstruación, durante el embarazo o después del parto, y en la menopausia.
La buena noticia es que sí tiene cura. El tratamiento de la depresión y su efectividad, depende de la naturaleza y severidad de la depresión de la que se trate. Actualmente
existen tratamientos muy eficaces para tratar la depresión. Por ello, es importante que la persona que sospeche estar en un estado depresivo. Cuando aparezcan los primeros síntomas, acuda a un
especialista de la salud, con un psicólogo. Antes de que la enfermedad la inmovilice.
Si desean mayor información sobre el tema, si tienen dudas y no saben cómo manejar una situación de pérdida, no duden en solicitar apoyo profesional; en Centro API estamos para ayudarlos.