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El camino hacia una sana Autoestima: la Asertividad

Control de la Ira

Autor: Efraín Pérez León

 

Durante nuestra vida, las personas ejercemos derechos no escritos, los cuales olvidamos o no tenemos conciencia de ello a pesar de que afecta a nuestra propia estima. Estos derechos, sin pretender lastimar a otros, preservan nuestra identidad y nos recuerda que todos estamos al mismo nivel que todos los demás.

En las relaciones de pareja, con frecuencia, se violan estos derechos y es muy importante que los pongamos en práctica tantas veces como sea necesario.

Muchas parejas, cuando llegan a la consulta, muestran desajustes en su funcionamiento porque uno o ambos cónyuges se comportan en forma agresiva o pasiva que conducen al otro a respuestas inadecuadas que afectan su comunicación.

La buena comunicación es el pilar básico en el que se apoya la relación de pareja, y es ahí donde se manifiestan los comportamientos asertivos o no. La carencia de habilidades y estrategias para comunicarse de forma adecuada es uno de los motivos más recurrentes en los conflictos de pareja. Muchas personas no saben cómo manifestar correctamente sus sentimientos, enfados o peticiones a su pareja, esperando a que el otro "adivine" qué nos falta o qué esperamos de él. Por ello, la importancia del lenguaje asertivo que comunique, no esperando que "sobrentienda" con nuestros gestos.

Algunas personas, con toda razón, pensarán: eso suena muy bien, pero ¿cómo puedo llevar a la práctica la asertividad?

Pues bien, no sólo las parejas, sino todas las personas, necesitan saber cómo traducir estos principios en conductas y actitudes concretas.

Existen técnicas que pueden sernos de gran utilidad para ser más asertivos en nuestras relaciones con las demás personas, que pueden aplicarse según la necesidad o situación en la que nos encontremos, y dependiendo de nuestra propia personalidad.

Son muchas las técnicas y las formas de utilizar la asertividad que no nos alcanzaría este espacio, por lo que pondremos sólo algunos de los ejemplos prácticos que propone Olga Castanyer Mayer-Spiess:

  • Es más apropiado hacer una petición que una demanda. Las primeras demuestran respeto por el otro y mejoran la comunicación. Es muy distinto escuchar: "¿puedes apagar la tele mientras hablamos?” que "¡cuando estamos hablando, quiero que apagues la tele!"
  • Es mejor hacer preguntas que acusaciones. Las acusaciones sólo desencadenan defensa y no llevarán, por lo tanto, a ningún lado. Es diferente, aunque signifique lo mismo, decir "¿me estás escuchando?" que "¡otra vez no me estás escuchando!"
  • Al criticar a la otra persona, hablar de lo que hace, no de lo que es. Las etiquetas no ayudan a que la persona cambie, sino que refuerzan sus defensas. Hablar de lo que es una persona sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Eres un desastre”; mientras que hablar de lo que hace sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Últimamente te olvidas mucho de las cosas".
  • No ir acumulando emociones negativas sin comunicarlas, ya que producirían un estallido que conduciría a una hostilidad destructiva.
  • Discutir los temas de uno en uno, no "aprovechar" que se está discutiendo sobre la impuntualidad de la pareja para reprocharle de paso que es un despistado, un olvidadizo y que no es cariñoso.

En conclusión, la asertividad es un modo de vida y no esperes ser asertivo con una sola explicación. Se requiere intentar y corregir, volver a intentar y volver a corregir esta técnica, además de paciencia. Puedes necesitar ayuda de un psicólogo para mejorar tus relaciones sociales, de trabajo, de familia o de pareja.

La asertividad implica práctica, paciencia y estudio de las técnicas asertivas para mejorar tus habilidades sociales. Recuerda que si requieres apoyo y guía para ,lograr estas técnicas, en el Centro Alternativa Psicológica Integral te podemos ayudar, llámanos al (55) 6795-1043 o envíanos un correo a informes@centroapi.com.mx