El aprendizaje, en los primeros años de los infantes, deberá incluir, entre otros, temas relativos a los valores familiares deseables de acuerdo a la cultura en la que se desarrollan. Además, debe incluir competencias tales como: compartir, ayudar a otros, disculparse cuando cometan una falta, aceptar disculpas, perdonarse unos a otros, corregir sus errores, aceptar a los demás, ser tolerante con las diferencias, aprender a trabajar en equipo, respetar los turnos y ser amable, en términos generales.
A los padres les toca enseñar a que los niños se dirijan cortésmente a los dependientes de los comercios, a las personas en lugares públicos o privados. Esta es una forma de mantener el contexto real para ellos y fomenta el comportamiento positivo. En el aula, los docentes pueden proporcionar apoyo y aliento.
Los niños no aprenden estos comportamientos de forma automática, sino a fuerza de la costumbre, del hábito. Sin embargo, es una parte esencial de convertirse en un adulto emocionalmente estable. A partir de principios y el refuerzo de este comportamiento dentro y fuera del aula producirá beneficios positivos en el futuro.
A continuación, les damos algunas recomendaciones:
Predica con el ejemplo
De poco o de nada, servirá todo aquello que pretendes enseñar en casa, si tu ejemplo contradice a tus actos. Recuerda que los hijos son un espejo de sus padres. Ellos seguirán tu ejemplo, sea bueno o malo.
Establece una buena comunicación
La forma en que nos expresamos y nos comunicamos utilizando palabras, expresiones y movimientos gestuales que nos sirven para hacer llegar un mensaje a los demás, será aceptado o no, dependiendo de la forma en que intente comunicarse.
Establece límites claros, sin lastimar
Las normas que deseamos establecer en el comportamiento de los menores, deben ser claras, coherentes y firmes, incluyendo un argumento lógico que explique las motivaciones. De manera que aprenda a ser responsables de sus actos y que, a cualquier acción, corresponde una reacción buena o mala. Esto no significa recibir castigos físicos, pero sí a perder privilegios.
Al fijar límites, debemos dejar claro que existe la posibilidad de negociación en algunas cosas, pero en otras no.
Deja claro que equivocarse es de humanos
Es importante, en los niños, que exploren y experimenten su mundo, pero siempre con la guía y vigilancia de los padres para evitar que se hagan daño. Que pueden equivocarse, es parte inherente al aprendizaje, y que les permitirá adquirir experiencias valiosas. Así también los padres cometen errores, lo importante y útil es saber reconocerlo y aprovechar la experiencia para mejorar cada día más.
Evita la comparación y la descalificación
Comparar a tus hijos con otros puede afectarlos emocionalmente. Tanto si los colocas en desventaja, como que si los vuelves vanidosos por ello. Recuerda que todos somos diferentes, tenemos diferentes cualidades y aprendemos a diferentes ritmos. Estimúlalo para obtener logros sin forzarlos. Es mejor reforzar lo positivo y evitar los castigos. Dales apoyo afectivo y, según su capacidad, permíteles que sean ellos quienes propongan alternativas de soluciones. Construyamos en el niño una buena autoestima.
Reconoce que el niño también tiene emociones
El mundo emocional del niño es tan complejo, o quizá más, que el de los adultos, de allí la importancia de que te mantengas cercano a ellos, ofreciéndoles apoyo, guía y tu experiencia siempre que lo necesiten. Enséñales a resolver sus problemas utilizando la negociación y la comunicación, evitando, en lo posible, la violencia.
Estas son sólo algunas recomendaciones. Es de vital importancia, aprender a entender a nuestros hijos desde su propia óptica. Recuerda que son niños en proceso de aprendizaje, no son pequeños adultos. Se van a equivocar, una y otra vez, requieren de paciencia. Tú también fuiste niño alguna vez.
Respetemos su individualidad, sus deseos, sus inquietudes y sus sentimientos. Recuerda siempre que la educación de los niños es responsabilidad tuya, no de ellos.
En relación a la crianza de los hijos, no puedes, ni debes, escatimar esfuerzos. Se requiere paciencia, inteligencia y mucho amor.
Si requieres de ayuda profesional cuando las cosas parecen escapar a tu control, recuerda que en el Centro Alternativa Psicológica Integral contamos con la experiencia en el tema y te podemos ayudar.
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