La depresión es un padecimiento emocional clínico severo. Y, aunque por sí misma no es una enfermedad terminal, sí puede conducir al suicidio como solución.
Éste es un trastorno emocional que puede afectar a mujeres y hombres, adolescentes y adultos; sin distinción de razas, posición económica ni edad.
La depresión se caracteriza por un cambio en el estado de ánimo, en el comportamiento o en la forma de pensar, puede llegar a perjudicar las funciones mentales y físicas de quien la padece.
La depresión se manifiesta, generalmente, como una tristeza profunda y persistente, el llanto surge con facilidad con o sin motivo definido, aislamiento, falta de concentración, trastornos del sueño, inestabilidad emocional, trastornos en la alimentación, agitación e ideas de suicidio.
La depresión puede dañar la estabilidad emocional de adultos y algunos niños. Las mujeres tienen una mayor tasa de prevalencia de esta enfermedad debido a problemas hormonales, antes o después de la menstruación, durante el embarazo o después del parto, y en la menopausia.
No debe confundirse con la tristeza, la cual es un estado de ánimo normal, que tiene una duración breve. En cambio, un estado depresivo es aquel que dura por más de dos semanas.
La depresión puede presentarse ante la pérdida de trabajo, bienes, un ser querido, la pareja o la salud; por problemas familiares, soledad, estrés cotidiano, o por la simple pérdida del interés en lo que antes nos agradaba.
Cuando se pierde la salud por enfermedades terminales, conduce a algunas personas a estados depresivos, convencidos de la muerte como la mejor solución, y que el mundo estaría mejor sin ellos.
A continuación, te sugerimos algunas recomendaciones para combatir la depresión:
Activación: Realizar actividades te hará sentir mejor, incrementa tu nivel de energía física y mental, desvía tu mente de pensamientos negativos. Practica las actividades que te generaban interés e ilusión antes de caer en crisis.
Piensa Positivamente: Aprende a identificar los pensamientos negativos automáticos, los cuales suelen ser breves y tóxicos, como: “soy un inútil”, “no nací para eso”, “el estudio no es para mí”, etc. Sustitúyelos por otros más realistas, lógicos, racionales y positivos como: “cometer un error no significa que sea un inútil”.
Incrementa tu autoestima: La autoestima es un sistema inmunológico para la salud mental. Con un buen nivel de autoestima, es más difícil que desarrolles depresión.
Practica tu asertividad: La asertividad es la capacidad de defender tus propios derechos, sin violencia frente a presiones externas, exigencias o abusos de los demás.
Desarrolla tu inteligencia emocional: La inteligencia emocional te permite identificar, aceptar y potenciar las emociones propias y ajenas. Si logras controlar tus emociones negativas, podrás disfrutar mejor de las positivas.
Afrontamiento de situaciones: Las personas con un alto nivel de evitación, huyen de situaciones que suponen un alto nivel de malestar: encuentros con personas que les hacen sentir inseguros, el compromiso en una relación de pareja, etc.
La evitación “protege” a corto plazo de no experimentar miedo o ansiedad, pero que finalmente, arruina los objetivos que supongan un cierto grado de riesgo. La evitación alimenta a la depresión.
Motívate y establece objetivos: En la depresión, se pierde el interés por alcanzar objetivos. Establece objetivos que te ilusionen para superar, no sólo la depresión, sino tu vida en general.
Aprende a relajarte: La relajación es fundamental para aprender a distender tus músculos y tu mente. Con tu cuerpo relajado, tus pensamientos son más serenos y menos negativos, aprensivos, obsesivos o rígidos. Reduce el estrés, la ansiedad y mejora el ánimo.
Aprende a solucionar tus problemas: Resolver los diferentes problemas a los que la vida nos enfrenta es algo que podemos aprender o mejorar mediante estrategias de solución.
La depresión sí tiene cura.
El tratamiento y su efectividad, depende de la naturaleza y severidad de la depresión de la que se trate.
Existen tratamientos muy eficaces. De ahí, la importancia de que la persona que sospeche estar en un estado depresivo, cuando aparezcan los primeros síntomas, acuda a un consultorio psicológico antes de que la enfermedad la inmovilice.
Muchas depresiones tienen su origen en la dificultad para solucionar los problemas a los que la vida nos enfrenta. Aprende a evaluar las situaciones para distinguir la correcta decisión a tomar, nos ayudará a mejorar la autoestima y el estado de ánimo.
Recuerda que en el Centro Alternativa Psicológica Integral contamos con opciones de solución a tus problemas emocionales.
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