¿Qué es la vida? ¿Qué significa estar vivo? ¿Qué es lo que lo define? y ¿Cómo distinguimos entre lo que está y no está vivo?
Estamos conscientes que tú estás vivo y yo también. Lo mismo que el perro que ladra, el árbol y las aves que en él se posan cada mañana, los peces y otros seres más. Pero la mesa, la computadora en la que escribo estas notas no lo están, tampoco los vehículos aun cuando veamos que se mueven impulsados por un motor. Quizá lo más cercano para entender estos conceptos sea que lo inanimado no está vivo en tanto que los seres vivos son aquellos que están animados, es decir, que tienen alma.
Sin embargo, pareciera que algunas personas no están animados, porque viven una vida monótona, sin ánimo ni pasión. Cada día desarrollan la misma rutina: se levantan, se asean, se desayunan, van y realizan un trabajo; de vuelta a casa ven las mismas malas noticias de la televisión, cenan y, finalmente se van a la cama. Para repetir la misma monótona rutina de los últimos años. Y eso…, eso no es vivir.
Y tú, ¿vives o existes?
Quizá, y sólo quizá algún día te des cuenta de lo vacía que es este tipo de vida. Actuando cual si fueses un autómata. Te sentirás vacío. Sin ese motor que anima tu vida, la motivación que te mueve hacia adelante. Te pregunto, ¿hasta cuándo seguirás viviendo este tipo de vida? ¿Acaso te mueve un interés escondido?
Podrás estar motivado por tener un mejor empleo, un mejor salario, un mejor coche o una mejor casa, pero ¿es eso una verdadera motivación?, ¿es suficiente para para sentirte vivo? La vida, amigo mío, es mucho más que sólo existir como lo hacen las plantas, las piedras, los mares o los animales. No desdeño tales logros, pero eso no es realmente vivir. Vive una vida plena, con pasión.
Escucha el consejo de los años, de los ancianos. Ellos te dirán si vivir es sólo existir. Los bienes materiales no te los vas a poder llevar cuando tu existencia llegue a su fin. Lo único realmente valioso es todo aquello que te hacen sentir vivo, los momentos de felicidad que pasaste junto a las personas que amaste, y esos pocos o muchos momentos que viviste poniéndole pasión.
Vive con pasión
Vivir con pasión, es el primer paso para creer en ti, en que es posible amar, sin esperar a ser correspondido, porque amar es dar no recibir, es el eje central de nuestra vida.
Vivir la vida con pasión no tiene nada de absurdo, poco realista o idealista. Tu vida debe tener un objetivo, una meta hacia dónde dirigir tus pasos. Sigue adelante cada día, sin que nada te detenga.
Vive de acuerdo a tus valores. Los valores te dan fortaleza en esos momentos en los que sientes desfallecer; que te mantienen firme en tus convicciones y te permiten identificar la ruta de una vida apasionada.
Tendrás miedo en muchas ocasiones, pero saldrás adelante porque mientras te mantengas en el camino hacia una vida apasionada, serás capaz de superar tus miedos y derrotarlos.
Por momentos tendrás motivos quizá para sentirte enojado, triste o decaído. Pero tu motivación será el motor que te impulsará para salir adelante.
Nunca te conformes ni te rindas. Ponle pasión a cada uno de tus días. Ríe y llora cada día porque estás vivo, por ese nuevo amanecer, por la risa de un niño, por cada nuevo reto, por cada oportunidad para ser mejor, para ser feliz.
¡No sólo existas, vive hasta el último poro de tu piel!
Vivir o existir, esa es una de las tareas que tenemos pendientes muchas personas. Tenemos miedo a enfrentarnos a una vida llena de retos, es más fácil existir, dejándonos llevar por los convencionalismos. Atrévete a vivir y a ser feliz.
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