Alicia se encontraba en el último grado de la escuela secundaria, era una persona alegre, divertida y entusiasta, pero responsable. El período de exámenes se acercaba; etapa particularmente estresante para ella como para muchos estudiantes. Tenía tareas pendientes, ensayos de su clase de música y levantarse temprano para trabajar medio tiempo en un café; su agenda estaba sobrecargada y le dejaba poco espacio para ver a su novio.
¿Qué me está pasando?
Debido a la poca experiencia de Alicia en cuestiones amorosas, le acosaban dudas sobre su relación: ¿Cuáles eran las intenciones de su novio, eran sanas? ¿Tenía futuro? ¿Era sólo una relación pasajera para él?
Sin saberlo, Alicia comenzó a sentir algo raro en su persona. Algo le incomodaba y empezó a respirar de forma rápida y entrecortada. Se preguntaba qué pasaría con ella si su novio le dejaba, ¿su mundo se derrumbaría? Su mente se llenó de imágenes catastróficas, su angustia le hizo salir corriendo de la sala, entró llorando al baño sin saber exactamente por qué.
Después de aquel día, las cosas se pusieron peor para Alicia. Asistir a la escuela le ponía sumamente nerviosa y faltó a clases. Los padres de Alicia se preocuparon por ella temiendo alguna enfermedad física.
Alicia sabía que su problema tenía que ver más con sus miedos, pero no sabía por qué. Se distraía en el trabajo, en la clase, estando con sus amigos y su vida dejó de ser tranquila. Sentía que su corazón se aceleraba y pensó si podría tener un problema cardíaco o si se estaba volviendo loca. Lloraba casi por cualquier cosa, se inquietaba por todo y empezó a perder peso. Después de mucha insistencia por parte de los padres de Alicia, aceptó ir a ver a un psicólogo.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un mecanismo defensivo presente en todas las personas y animales; es una conducta normal. Mantiene al organismo en estado de alerta y listo a enfrentar los riesgos y amenazas de su entorno. Dispuesto a huir, atacar, neutralizar, afrontar, adaptarse…, lo que fuera necesario.
La pérdida del control sobre este mecanismo, puede generar mucho malestar. Quien la padece, sufre intensamente e interfiere en su vida cotidiana. La ansiedad puede presentarse con molestias en el pecho, frío que recorre el cuerpo desde los pies y llega hasta la nuca; pensamientos negativos de inferioridad, incapacidad, inseguridad, respiración agitada, dificultad para conciliar el sueño; sentir preocupación, miedo, pánico, palpitaciones, sofocación, náuseas, problemas digestivos, tensión muscular, temblores, dolor de cabeza, sudoración excesiva, rubor, mareos, entre otros. No todos estos síntomas se presentan al mismo tiempo, pero sí pueden presentarse algunos de ellos.
Existen diferentes tipos o formas del trastorno de ansiedad: Trastorno de ansiedad generalizada(TAG), Trastorno de pánico (o ataque de angustia), Trastorno fóbico, Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), Trastorno por estrés postraumático (TEPT),
¿Qué puedo hacer?
La mayoría de los síntomas del trastorno de ansiedad pueden aliviarse con un tratamiento psicoterapéutico o con medicamentos. Los medicamentos se recomiendan para casos graves; mitiga los síntomas de ansiedad para facilitar el tratamiento psicológico posterior. Existen diversos tipos de terapias y técnicas psicológicas para contrarrestar los síntomas desadaptativos.
El caso de Alicia fue tratado con terapia psicológica, sin necesidad de medicamentos. Esto fue gracias a que fue atendido, en sus primeras etapas, con un tratamiento de reestructuración cognitiva, sustituyendo sus pensamientos inadecuados por otros más adaptativos, lo que permitió una pronta recuperación. Finalmente, Alicia volvió con su novio.
Si padeces alguno de los tipos de ansiedad mencionados anteriormente, te recomendamos acudir con uno de los especialistas de nuestro Centro Alternativa Psicológica Integral donde contamos con alternativas de solución.
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