¿Estás educando a tus hijos de la manera correcta?
“No todo es miel sobre hojuelas” reza un conocido refrán. Esto viene a colación porque en ninguna relación de pareja, por buena que sea, es totalmente tersa. Pero, cuando se trata de la educación de los hijos, esto puede complicar la situación.
Y es que, a menudo, el estilo de crianza de cada uno de los miembros de la pareja puede influir en la toma de decisiones sobre la manera en que deciden criar a sus hijos.
Estilos de crianza en conflicto
Dos estilos de crianza y educativos entran en conflicto. Quizá un miembro de la pareja fue criado en un ambiente demasiado permisivo, en tanto que el otro se desarrolló en un entorno muy autoritario, lo que puede influir en querer educar al niño con el mismo modelo, o bien, desear cambiar su modelo al convencerse de que no era el correcto. Los motivos pueden ser diversos.
Lo que sí sabemos, es que los problemas en la pareja tienen como fondo la historia de aprendizaje de cada uno. Para resolver este aspecto de la relación de pareja, deben enfocarse en las cosas que tienen en común, lo que los une para llegar a acuerdos en el que el beneficiado sea el menor. Y, como primer paso, es importante evitar las discusiones por éste u otro motivo, delante de los niños, ya que éstos necesitan un ambiente de estabilidad emocional y seguridad.
¿Qué hacer?
A continuación, les damos algunas recomendaciones:
- Establecer acuerdos sobre la forma de educar a los hijos. La pareja debe acordar la forma en que se impondrán los premios y castigos cuando fuere necesario, la manera de responder a las peticiones de los hijos, atender a los hijos durante las actividades extraescolares, la elección de la escuela, etc.
- Cómo responder a un capricho del menor. A menudo, uno de los padres concede al menor lo que el otro no acepta. Sobre este tema, los padres deben tomar decisiones en pareja para evitar discusiones ociosas.
- ¿Autoritarismo o permisividad? Lo mejor es criar a los niños en un modelo democrático en el que los niños tengan libertad con responsabilidad y valores, permitiéndoles poder expresar su propia opinión y ser tomados en cuenta.
- Las tareas del hogar. La responsabilidad en este tema es de la pareja por igual, así como el cuidado de los niños. Pero también, en la medida en que los niños van creciendo, son capaces de contribuir en pequeñas tareas, siempre a la medida de sus posibilidades y evitando riesgos innecesarios. Esto contribuye a crear el sentido de responsabilidad en los hijos.
La empatía en la relación de pareja, significa ponerse en los zapatos del otro. Es decir, si un miembro de la pareja tuvo una infancia difícil y, por la misma razón, se le dificulta entender y cambiar su posición por su propia historia de aprendizaje, es entonces cuando el otro le apoya y aconseja, sin imponer criterios sólo sugiriendo y expresando su opinión con respeto.
Destacar los aspectos positivos sobre lo negativo es una mejor estrategia para obtener el acuerdo de su compañera(o) que discutir y favorece a la convivencia familiar.
Ser padres implica una gran responsabilidad, además de ser un hermoso reto que no todos sortean con éxito. A veces por desconocimiento, la pareja se ve enfrentada cuando de educar a los hijos se trata. Esto no debiera suceder, pero desafortunadamente, sucede.
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