El duelo es esa etapa que nadie desea pero que toda persona pasa ante una pérdida importante. Es un proceso muy doloroso que, si no se elabora adecuadamente, dura más y es más doloroso.
Cuando un ser querido fallece, sus familiares y amigos viven en una situación de pérdida, reaccionando en consecuencia, experimentando sentimientos de dolor, tristeza, depresión y empieza lo que conocemos como duelo.
¿Qué es el duelo?
Es un proceso delicado y difícil de manejar, se experimentan sentimientos muy intensos de confusión y dolor, síntomas depresivos u otro trastorno psicológico, y no siempre se superan adecuadamente.
Puede ser más complejo de lo que parece, incluye componentes psicológicos, físicos y sociales que se expresan a través de reacciones emocionales de sufrimiento, tristeza o angustia; es una reacción natural, emocional y conductual que experimenta una persona cuando pierde a un ser querido, animal, objeto o evento significativo tales como la libertad, los ideales o cambios de estado como cambiarse de casa, divorciarse o perder un empleo.
¿De qué depende el duelo?
Para que exista la aparición de un duelo, es necesario que exista un vínculo afectivo. En este sentido, muchas de las personas que pierden a un familiar desarrollan depresión durante el año siguiente, por lo que la relación entre el luto y la depresión es muy estrecha.
Aunque los tratamientos psicológicos y psiquiátricos no son necesario en un proceso normal de duelo, llegan a ser necesarios en los duelos patológicos y especialmente cuando se convierte en depresión. Por esta razón, es muy importante conocer bien las características y las etapas del duelo normal.
Las 5 fases del duelo de Kübler Ross
No es posible predecir la duración del duelo normal ya que esto depende de los recursos emocionales de cada persona. Las etapas de luto postulados por Kübler Ross nos permiten analizar las diferentes situaciones que una persona vive durante un proceso de duelo. Ross postula cinco Etapas:
1. Primera etapa: la negación.
La primera reacción consiste en un rechazo consciente o inconsciente de la realidad. Esta primera reacción es una defensa emocional que intenta amortiguar la conmoción o dolor producido por una brutal realidad, que la mente no está lista para aceptar. En esta primera respuesta te sientes paralizado, experimentas incredulidad y te dices cosas como "esto no me puede estar pasando a mí". La negación permite protegerte del primer impacto y ganar tiempo para aceptar gradualmente la realidad.
2. Segunda etapa: ira
Cuando comienzas a aceptar la realidad de lo sucedido, aparecen sentimientos de enojo o ira. Estos sentimientos pueden estar presentes durante todo el proceso de aflicción, pero en esta etapa se manifiestan con mayor intensidad. El enojo puede dirigirse hacia uno mismo, hacia otras personas, objetos, eventos, situaciones, etc. La ira es un síntoma normal en un proceso de duelo. En este momento, los familiares y amigos de la persona en duelo puedan expresar libremente su enojo sin juzgar ni reprimir sus sentimientos; es una respuesta necesaria para procesar el dolor.
3. Tercera fase: negociación
En esta fase, la persona hace un esfuerzo por aliviar la incomodidad psicológica que le causa la pérdida y evitar la aparición de sentimientos depresivos. El doliente intenta negociar con Dios u otro ser superior para que su ser querido se recupere de una enfermedad terminal o que vuelva a la vida a cambio de un estilo de vida reformado. Esta negociación es un mecanismo de defensa para aliviar el dolor de la realidad, pero que puede llevar a sentimientos de remordimiento o culpa.
4. Cuarta fase: depresión.
La confusión producida por el dolor empieza a desaparecer y la persona comienza a comprender la certeza de la pérdida, se siente triste y deprimida; experimenta sentimientos de temor o incertidumbre ante su futuro. Su preocupación por hechos que anteriormente pasaban más o menos desapercibidos, puede aumentar y lo que normalmente disfrutaba ya no le interesa. El dolor en esta fase es muy intenso y experimentará sentimientos de vacío y agotamiento. Esta fase de luto es la más importante, ya que, si la fase depresiva no se supera, puede desarrollarse una depresión mayor.
5. Quinta fase: aceptación
Llegar a esta etapa, indica que el proceso de duelo ha sido normal y no patológico. En esta etapa, la persona hace las paces con su pérdida y se da la oportunidad de vivir a pesar de la ausencia del ser querido. Esto no significa que se esté de acuerdo con la pérdida, pero acepta que debe continuar con su vida a pesar de la nueva situación.
El luto es un proceso complicado, pero que es posible superar, en el que se invierte el tiempo y el esfuerzo necesario para elaborar correctamente el dolor. El proceso de duelo es la forma de ir aceptando la transición de la vida a la muerte de nuestros seres queridos; la oportunidad para despedirse y dejar ir a esa persona que nos ha dejado. Es una preparación para aceptar que dicha persona ya no estará físicamente contigo, pero que seguirá en tu corazón.
El duelo es una preparación que cada persona debe procesar para superar cualquier tipo de pérdida, especialmente la pérdida de un ser querido. Sin embargo, no todos tenemos la misma capacidad de resiliencia o de recuperarse emocionalmente de ello.
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