Si te encuentras en una relación de pareja, probablemente te esté pasando que discuten los mismos temas una y otra vez. Y en lugar de buscar soluciones, éstas vuelven a presentarse en una lucha de poder interminable.
¿Por qué es esto tan común? ¿Y por qué estas situaciones parecen casi insalvables? Veamos:
1. De tus padres aprendiste, probablemente, que algunos conflictos no tienen solución.
Aprendiste a revivir las discusiones de pareja, porque eso es lo que hacían. Cuando no estaban de acuerdo, ambos proclamaban su superioridad en lugar de esforzarse por comprender la perspectiva del otro de manera que conciliaran su problema en algo mutuamente aceptable, y restaurar la armonía matrimonial.
Aprendiste a negarte a negociar de manera productiva los conflictos; que las discusiones eran irreconciliables. Y cuando la discusión comienza a subir de tono, explotas dejando a tu pareja intimidada por tu arrebato, causando más daño a la poca intimidad que queda entre ustedes. Frecuentemente se desvían del tema, llegando a olvidar por qué inició el conflicto.
¿Cómo manejar el problema?
Evita repetir el modelo aprendido de tus padres. Reconoce que la mayoría de las diferencias son negociables. Todo buen matrimonio debe establecer compromisos y aprender cuándo hay que ceder un poco para ganar más. Resolver la mayoría de tus conflictos es posible cuando existe voluntad de ambas partes.
2. Enojarte con tu pareja es una forma de proteger tu ego cuando te sientes en riesgo.
Cuando las palabras de tu pareja te hacen sentir amenazado, te sientes obligado a contraatacarlas; las diferencias con tu pareja te hacen sentir incómodo y reaccionas con enojo para evitar la ansiedad que estás comenzando a sentir.
Cuando cuestionan tus virtudes, no te lo tomes demasiado en serio sintiéndote obligado a defenderte inmediatamente porque proyectas tus sentimientos negativos.
Además, la ira te impide escuchar las quejas válidas de tu pareja y que merecen toda tu atención. Cuando discuten, ninguno escucha al otro, están concentrados en los errores que puedan cometer. Esta postura defensiva se fortalece a través de la ira, se vuelven ofensivos en el afán de defenderse.
¿Cómo solucionarlo?
Aprende a valorarte. Ten en cuenta que, en la mayoría de los casos, las críticas de tu pareja son tanto para ella como para ti, y que sólo tú tienes la autoridad para juzgarte a ti mismo. Pero no seas demasiado duro contigo mismo, sé comprensivo y perdónate. Así no tendrás necesidad de recurrir a la ira para protegerte de una evaluación negativa de la otra persona. Recuerda que, a menos que seas capaz de autorregular tus emociones, actúa evitando dejarte arrastrar por la parte emocional de tu cerebro. Aborda con éxito sus problemas tomando en cuenta el punto de vista de tu pareja, con empatía y comprensión. Actúen positivamente.
3. Diferencias por razones de sexo o de ideología.
Estas discrepancias se pueden adaptar, aclimatar o consentir. Es ilógico objetar las preferencias de tu pareja y, sin embargo, irracionalmente, muchas personas se sienten amenazados por temas relacionados con la política, la religión, la moda u otros.
¿Cuál es la solución?
Cuando hay asuntos en los que tú y tu pareja tienen diferencias irreconciliables, es preferible excluirlos de la discusión. Y, si ambos son tercos, procuren apreciar y respetar estas sus diferencias. Recuerda que, cuando empieces a aceptar esas partes que te desconciertan de tu pareja, empezarás a reducir aquello que te ha causado tanta angustia.
Pregúntate: "¿Cuál es la alternativa?" Menospreciar a tu pareja por tener creencias contrarias diferentes a la tuya solo pone más distancia entre ambos. Una vez que aceptes que su ideología no representa una amenaza, te será más fácil aceptarla y amarla a pesar de sus diferencias y por sus coincidencias.
Tener una que otra discusión ocasional con tu pareja es inevitable, pero esto no significa que las soluciones sean insalvables. Sólo es cuestión de que ambos desarrollen la voluntad de implementarlos.
Si en su relación de pareja están enfrentando conflictos de éste u otro tipo, en el Centro Alternativa Psicológica Integral tenemos alternativas de solución para sus problemas. Llama al teléfono (55) 6795-1043, o envía un correo a: informes@centroapi.com.mx para mayor información o concertar una cita.