Tenemos cierta resistencia a reconocer que en el amor la ciencia tenga algo que ver. Preferimos verlo desde el aspecto poético y romántico. Y creemos que sólo se trata de una elección personal.
El amor, es una emoción humana y tan compleja que es difícil de comprender e interpretar. En general, lo idealizamos y se le ve como un valor puro, universal, eterno e irracional que supera todas las barreras. Este es lo que conocemos como “amor romántico”.
La química del amor
Que el amor de algunas parejas perdure con los años y en otros no, tiene su explicación científica. La atracción no es simple casualidad, depende de la activación del sistema límbico, el cual controla tus emociones. De allí que nos enamoremos de una persona y no de otra. Esto en ciencia se conoce como la química del amor.
Hay un factor biológico que depende de la actividad cerebral y la acción química de los neurotransmisores y hormonas. Y en el aspecto psicológico, participan la reflexión y el análisis. Pero también, los valores, las creencias, las necesidades o los gustos de ambas personas.
Los Factores biológicos
Los factores biológicos sobre los que poseemos menos control son:
- La atracción física el cual atrae primero nuestra atención. En esta etapa, el deseo sexual, de manera inconsciente, produce y libera hormonas que desestabilizan los procesos de lógica y razonamiento del cerebro. Esta explica por qué durante la etapa del enamoramiento vivimos un amor más intenso e irracional.
- Las feromonas, las cuales son sustancias químicas que despiden el olor característico de tu piel y poseen un gran poder de atracción; comunican tu estado de ánimo, tu salud y tu disponibilidad sexual.
- La personalidad determina algunos rasgos que son más valorados que otros. Las personas que son más afectuosas, sonrientes, expresivas, hábiles socialmente y conversadoras tienen una mayor probabilidad de despertar la atracción en el sexo opuesto.
Los factores psicológicos
Desde el punto de vista psicológico, existen tres componentes básicos del amor:
- La intimidad: Son los sentimientos que promueven la unión, el acercamiento, el vínculo, la conexión… La intimidad requiere de ser uno mismo y mostrarnos tal cual somos, en confianza y aceptación mutua, fomentando un ambiente de respeto y libertad.
- La pasión: Estado de intensa expresión de deseos y necesidades sexuales o románticas y excitación. Aunque la relación sexual satisfactoria no es condición única para el mantenimiento de la relación, es un factor muy importante.
- El compromiso: Es la decisión libre de amar a la pareja, serle fiel y respetarla. Es el deseo de formar una familia y aceptar las obligaciones derivadas de ello.
Cuando la etapa del enamoramiento finaliza, llega el amor o la ruptura por la falta de interés en la pareja. En el amor, llegan emociones como la satisfacción, el bienestar y la felicidad que te hacen tener una relación de amor comprometido.
Si en tu relación de pareja ya no existe la satisfacción, el bienestar o la felicidad, quizá haya llegado el momento de tomar la Terapia de pareja. No tienes que esperar a que tu relación se encuentre a un paso de la separación.
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