¿Mucho hemos escuchado hablar sobre la frustración, pero qué es?
La frustración es una respuesta de tipo emocional, que se origina en un conflicto de carácter psicológico ante alguna circunstancia o evento no gestionado por el individuo cuando no puede satisfacer un deseo planteado. La persona suele reaccionar con expresiones de ira, de ansiedad o disforia (estado de ánimo depresivo, lo opuesto a la euforia).
La discrepancia entre el deseo insatisfecho y la realidad
Ante la frustración, no todos reaccionamos ni gestionamos un tema emocional de la misma manera. Ante la imposibilidad de lograr todo aquello que se desea, la clave consiste en saber conciliar la discrepancia entre el deseo insatisfecho y la realidad, lo cual nos podría conducir a una situación de neurosis. Es decir, el problema no se encuentra en el evento en sí mismo, sino en la forma en que el individuo lo interpreta.
¿Por qué nos frustramos?
Como ya se mencionó, lo que a algunas personas les causa frustración a otras no. Dependiendo de la vulnerabilidad del individuo, cada quien lo gestiona de manera diferente.
Vivimos inmersos en una sociedad donde los deseos y las satisfacciones no siempre pueden ser cumplidas, dando origen a una mala gestión entre la realidad y el deseo. La necesidad no satisfecha produce la frustración en diferentes circunstancias y consecuencias.
Consecuencias de una frustración mal gestionada
- La frustración genera ansiedad, impaciencia, conductas repetitivas, nerviosas. Por ejemplo, tics, morderse las uñas continuamente...
- Una frustración puede ser proyectada hacía nuestro entorno con ira o agresividad. Son impulsos descontrolados.
- La sensación de fracaso provoca evasión, abandono de la meta deseada.
- Por una necesidad de conseguir lo mismo que otras personas tratamos de imitarlos, pero si a la larga el objetivo no se consigue, nos perjudicará pues se pierde la propia identidad.
- La sensación de presión por obtener objetivos demasiado altos genera esa sensación de frustración.
- Puede llevar a realizar conductas agresivas en personas con alta frustración.
¿Cómo nos afecta?
La frustración nos puede afectar tanto en el aspecto familiar, como en el aspecto laboral con consecuencias desde simples hasta graves. Por ello, si notas que la frustración te está afectando emocionalmente de manera importante, es recomendable que no lo dejes a que sólo se te pase. Lo más probable es que no sea así.
No olvides que, aunque este padecimiento pudiera parecer algo sin importancia, una frustración mal gestionada puede acarrearte problemas psicológicos más graves de lo que se piensa en un principio. Recuerda que, muchas veces, son otras personas quienes noten en tu comportamiento depresivo o agresivo tu propia frustración.
Es recomendable que acudas a un profesional de la psicología para que pueda tratar tu problema de frustración. La terapia psicológica es muy efectiva en la gestión de este tipo de problemas.
En el Centro Alternativa Psicológica Integral tenemos la respuesta a éste y a otros problemas emocionales. Llama al teléfono (55) 6795-1043, o envía un correo a: informes@centroapi.com.mx para mayor información o concertar una cita.