Un trastorno de la personalidad consiste en un patrón de pensamiento rígido, inflexible, cuyo comportamiento se diferencia notoriamente de otras personas dentro de la cultura y la sociedad del individuo. Se inicia, comúnmente, en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta. Se dice de ella, que es estable a lo largo del tiempo y causa malestar o perjuicios para la persona que lo padece y a su entorno cercano. Este tipo de trastorno mental tiene un patrón de pensamiento y desempeño poco saludable.
Quien lo padece tiene problemas para percibir y relacionarse con las situaciones y las personas, lo que le causa problemas y limitaciones importantes en las relaciones, las actividades sociales, el trabajo y la escuela.
Grupos de los trastornos de la personalidad según sus características
Grupo A. Incluye los trastornos: paranoide, esquizoide y esquizotípico de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos suelen parecer raros o excéntricos.
Grupo B. Incluye los trastornos: antisocial, límite, histriónico y narcisista de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos suelen parecer dramáticos, emotivos o inestables.
Grupo C. Incluye los trastornos por: evitación, dependencia y obsesivo-compulsivo. Los sujetos con estos trastornos suelen parecer ansiosos o temerosos. Con frecuencia, estos individuos presentan al mismo tiempo otros trastornos de la personalidad.
Características diagnósticas
Los rasgos de personalidad sólo se consideran un trastorno cuando son rígidos o inflexibles y desadaptativos, y le causa un malestar subjetivo o un deterioro funcional significativo a la persona. Y se manifiesta en el área cognoscitiva (pensamiento), afectiva, en la actividad interpersonal o del comportamiento (control de los impulsos).
Este patrón persistente es inflexible y se extiende a muchas situaciones personales y sociales, provocando gran malestar o deterioro social, laboral u otras áreas importantes de la actividad del individuo.
El patrón es estable, no cambia a lo largo del tiempo y su inicio suele presentarse durante la adolescencia o al principio de la edad adulta. Este tipo de trastorno no es causado por otro trastorno mental, ni por los efectos fisiológicos de una sustancia (drogas, medicación, exposición a un tóxico) ni a una enfermedad médica como un traumatismo craneal.
Síntomas dependiendo de la cultura, la edad y el sexo
Al momento de hacer una valoración de la personalidad, el clínico deberá considerar los antecedentes étnicos, culturales y sociales del sujeto. Es decir, evitar confundir los síntomas con problemas asociados a la adaptación a una cultura diferente que sucede tras una inmigración o con la expresión de hábitos, costumbres o valores religiosos o políticos propios de la cultura de origen del sujeto. En especial si se evalúa a alguien de una cultura diferente, resulta útil obtener información de gente que conozca el entorno cultural del sujeto.
Curso del trastorno
Las características de un trastorno de la personalidad suelen ser reconocibles durante la adolescencia o al principio de la edad adulta. Algunos tipos de trastornos de la personalidad (especialmente el trastorno antisocial y el de límite de la personalidad) tienden a atenuarse o a remitir con la edad, lo que no parece ser el caso en algunos otros tipos (por ejemplo, el trastorno obsesivo-compulsivo y el esquizotípico de la personalidad).
La Terapia Cognitivo-Conductual es una excelente terapia que trabaja con los pensamientos, sentimientos y conductas erróneas, rígidas o inflexibles para cambiarlas por más adaptativas.
Si tú o alguna persona conocida presenta, o tiene dudas sobre si posee algún tipo de los trastornos de personalidad aquí mencionados, en el Centro Alternativa Psicológica Integral tenemos la solución a éste y a otros problemas mentales y emocionales. Llama al teléfono (55) 6795-1043, o envía un correo a: informes@centroapi.com.mx para mayor información o concertar una cita.