La manipulación psicológica se produce a través del comportamiento de una persona o de grupos utilizando técnicas de persuasión o de sugestión mental, buscando reducir o eliminar la capacidad crítica de la persona. Se trata de una influencia indebida mediante la distorsión mental y la explotación emocional, con la intención de apoderarse del control de un individuo sobre su propio pensamiento, comportamiento, emociones o decisiones.
La manipulación psicológica tiene, por lo general, una connotación negativa, un comportamiento egoísta o malintencionado tales como el lavado de cerebro, conducción al suicidio o comportamientos colectivos de tipo totalitario y genocida.
Quien lo padece tiene problemas para percibir y relacionarse con las situaciones y las personas, lo que le causa problemas y limitaciones importantes en las relaciones, las actividades sociales, el trabajo y la escuela.
Michaels (2014), menciona cinco categorías de manipulación psicológica:
Manipulación negativa: muestra superioridad haciendo que la víctima se sienta inferior, inadecuada, insegura y/o con dudas emitiendo juicios negativos persistentes y críticos, reprende públicamente, avergüenza o humilla, usa un humor hostil y el sarcasmo, da sorpresas negativas, ejerce presión a los pares, excluye socialmente, aplica la ley del hielo, amenazas a la seguridad personal y chantajes relacionados con la intimidad.
Manipulación positiva: soborna emocionalmente a la víctima para obtener favores, sacrificios y/o compromisos con falsos halagos, apelar a la vanidad y el ego, falsa aceptación profesional, social o romántica. Ofrecer ayuda, apoyo o recompensas con la expectativa de “cobrar” en reciprocidad desproporcionada. Prometer seguridad y protección después de habérselas quitado a la víctima.
Engaño e intriga: distorsiona la percepción de la víctima para poder controlarla de una manera más fácil. Miente, da excusas, culpa a la víctima de su propia victimización, deforma la verdad, emitir mensajes mixtos para mantener a la víctima fuera de balance, divulgar de forma estratégica o retener información privilegiada, exagerar las cosas, atenuar las circunstancias y realizar un sesgo unilateral del problema.
Impotencia estratégica: explota la buena voluntad de la víctima, su conciencia culpable, su sentido del deber y obligación o su instinto protector. Se hace pasar por alguien débil, impotente, desvalido o mártir. Usa historias tristes para ganar simpatía, apoyo o favores, dramatiza las dificultades para obtener un trato preferencial basado en la culpa.
Hostilidad y abuso: busca dominar y controlar a la víctima a través de la agresión explícita. Utiliza el bullying, berrinches frenéticos, coacción, intimidación, abuso físico, abuso emocional, abuso mental, abuso sexual, abuso financiero, lavado del cerebro y restricciones opresivas.
Eventualmente, muchos manipuladores crónicos sufren consecuencias negativas de la manipulación crónica, retrocesos personales y/o profesionales a lo largo de sus vidas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Múltiples problemas de comunicación y relación efectiva debido a la falta de franqueza y responsabilidad.
- La alienación personal y/o profesional de los demás al sentirse engañados, decepcionados, traicionados, coaccionados o saboteados.
- Daño a la reputación personal y/o profesional por falta de confianza y autenticidad.
- Pérdida de oportunidades personales y/o profesionales significativas por falta de credibilidad, retrocesos profesionales y degradación o terminación del empleo.
- Pérdida de integridad moral e inseguridad y baja autoestima.
- Tendencias egocéntricas con incapacidad para entablar relaciones saludables.
- Tendencias pasivo-agresivas e incapacidad para entablar relaciones colaborativas.
- Tendencias narcisistas con incapacidad para entablar verdaderas relaciones amorosas.
- Relaciones distantes, cansadas y estresantes.
- El manipulador puede experimentar angustia física, mental, emocional o espiritual debido a su sentimiento de culpabilidad y vergüenza.
- El manipulador llega a sentir estrés y ansiedad por temor a ser descubierto y eventualmente expuesto.
- El manipulador puede experimentar crisis moral, silenciosas pero persistentes y conflictos éticos.
Si un manipulador desea cambiar deberá estar dispuesto a pasar por un proceso de autodescubrimiento con la oportunidad de mejorar, llevar a cabo acciones dignas, mejorar la comunicación, ser capaz de resolver problemas de forma constructiva y de participar en relaciones sanas y positivas.
Para quienes conviven o trabajan con estas personas, la observación perceptiva y la comunicación asertiva son esenciales para establecer relaciones sanas y equitativas.
Con información de https://www.psyciencia.com/problemas-personas-manipuladoras/
Si tú, o algún conocido tuyo presenta síntomas de manipulación o control sobre otras personas y le causa problemas en sus relaciones sociales, estudio o trabajo y desea cambiar, en el Centro Alternativa Psicológica Integral tenemos la solución a éste y a otros problemas mentales y emocionales. Llama al teléfono (55) 6795-1043, o envía un correo a: informes@centroapi.com.mx para mayor información o concertar una cita.