¿Amas o dependes?

La dependencia emocional en el caso de parejas supone una gran necesidad de afecto, de estar junto a la persona amada, la vida carece de sentido sin su presencia. Todo esto llevaría a olvidar las propias necesidades por las de la persona amada.

Consecuencias de la codependencia

La dependencia emocional inhibe, tanto la autonomía como la seguridad personal. La seguridad supone la capacidad de un individuo a sentirse independiente, capaz de dominar la situación, de poder entender y controlar las propias reacciones, de confiar en las propias posibilidades para desempeñar una actividad o afrontar cualquier situación imprevista.

Las consecuencias de la dependencia emocional son bastante graves, puesto que la relación de pareja es bastante desequilibrada, dando lugar a la explotación, la dominación, los malos tratos...; activa un círculo vicioso donde la persona no se ama a sí misma y busca insistentemente el afecto de alguien.

Veamos dos tipos de dependencias emocionales:

DEPENDENCIA:

En este tipo hay un escaso desarrollo emocional como sucede en un enamorado que no es correspondido; el típico amor adolescente que proyecta toda clase de fantasías en su objeto amoroso. Uno de los miembros de la pareja suele depender del otro, mientras el otro permanece indiferente. Este fenómeno refleja un patrón de sumisión y dolor para la persona dependiente, del otro depende exclusivamente su felicidad, su vida está perdida si la otra persona lo rechaza o desaparece de su vida.

CODEPENDENCIA:

Aquí hay dos dependientes viviendo juntos; dos vidas que se desenvuelven entre el goce y el sufrimiento, entre el éxtasis y la tortura, entre el placer y el dolor. Se muestran celosos y controladores.

Frecuentemente, cuando la relación codependiente cesa, suelen buscar a otra persona con el mismo perfil para repetir los mismos comportamientos codependientes. Los codependientes se preocupan por las necesidades de los demás y se sienten responsables de ellas.

Es importante reconocer la codependencia, aceptarla, luchar contra ella, pero, sobre todo, cambiar. Para ello, es importante tomar conciencia y aceptarla. Por ello, veamos algunas características de un(a) codependiente:

• Culparse a sí mismo y por todo.
• Rechazar los cumplidos y los halagos.
• Temor al abandono o al rechazo.
• Victimizarse.
• Tomar decisiones por sí mismos(as).
• Tener baja autoestima.
• Conformarse con ser necesitados, aunque no los amen.
• Ignorar su dependencia emocional.
• Pretender que la felicidad está fuera de sí mismos.
• Frecuentemente, buscar el amor de gente que es incapaz de amar.
• Creer que necesitar a los demás es lo mismo que amar.,
• Que su vida gire alrededor del interés de otras personas.
• Satisfacer las necesidades del codependiente antes que las suyas propias.
• Tolerar el abuso para seguir siendo amados.
• Cuando terminan sus malas relaciones, empezar otras igual de malas o peor.
• No tener confianza en sí mismos.
• Aceptar relaciones sexuales aun cuando no tengan deseos.
• Ser controladoras.

Y un largo etcétera…

Si la preocupación por tener una pareja se ha convertido en una obsesión, debes decidir si la codependencia es un problema para ti, y si te afecta o no. La codependencia es una dependencia de ambos; de sus estados de ánimo, de sus comportamientos, de sus necesidades, de pertenecer a alguien y eso… no es amor.

Cada uno es responsable de sí mismo, no eres responsable de tu pareja, cuídate a ti mism(a).

En la codependencia, la pareja se debate entre seguir, o no, una relación en la que gozan y sufren, pero en la que ambos pierden a la larga.

Si estás en una relación codependiente, cámbiala por una relación donde ambos salgan ganando. En el Centro Alternativa Psicológica Integral contamos con alternativas de solución a éste y a otros problemas emocionales. Llama al teléfono (55) 6795 1043, o envía un correo a: informes@centroapi.com.mx para mayor información o concertar una cita.