La empatía es un ingrediente clave de las relaciones exitosas porque nos ayuda a entender las perspectivas, necesidades e intenciones de los demás. Y, aunque parecen similares, empatía y simpatía no son lo mismo.
La empatía significa entender la experiencia de una persona imaginándose a sí mismo en la situación de otra. La simpatía, en contraste, implica la experiencia de ser motivado por, o responder en sintonía con la otra persona.
Empatía emocional y cognitiva
Los investigadores distinguen entre dos tipos de empatía.
La primera se refiere a una respuesta emocional que consta de tres componentes:
- Sentir la misma emoción que otra persona.
- Angustia personal que se refiere a los propios sentimientos en respuesta a la percepción de la difícil situación de otra persona.
- Sentir compasión por otra persona.
Si bien las personas empáticas sienten angustia cuando alguien se cae, no sienten el mismo dolor físico. Este tipo de empatía es especialmente relevante cuando se habla de compasión. Existe una correlación entre sentir preocupación empática y estar dispuesto a ayudar a los demás.
El segundo tipo es la empatía cognitiva. Esto se refiere a qué tan bien un individuo puede percibir y comprender las emociones de otro. Esta empatía implica tener una idea sobre lo que piensa y cómo se siente la otra persona; los humanos aprenden a reconocer y comprender el estado emocional de los demás como una forma de procesar las emociones y el comportamiento.
Cultivando la empatía
Los humanos comienzan a mostrar signos de empatía durante el segundo y tercer año de vida. Si bien las influencias ambientales y genéticas dan forma a la capacidad de la persona para empatizar, tendemos a tener el mismo nivel de empatía a lo largo de nuestras vidas, sin un declive relacionado con la edad.
Tenemos una predisposición natural a desarrollar empatía. Sin embargo, los factores sociales y culturales influyen fuertemente en dónde, cómo y a quién se expresa. La empatía es algo que desarrollamos a lo largo del tiempo y en relación con nuestro entorno social.
Psicología y empatía
En el campo de la psicología, la empatía es un concepto central. Desde una perspectiva de salud mental, aquellos que tienen altos niveles de empatía tienen más probabilidades de funcionar bien en la sociedad creando círculos sociales más amplios y relaciones más satisfactorias. La empatía es vital para construir relaciones interpersonales exitosas de todo tipo, en la unidad familiar, el lugar de trabajo y más.
Por qué es importante
La falta de empatía es una indicación de afecciones como el trastorno de personalidad antisocial y el trastorno de personalidad narcisista. Los seres humanos somos capaces de comportamientos egoístas e incluso crueles. Entonces, ¿por qué no nos involucramos todos en un comportamiento egoísta todo el tiempo? ¿Qué es lo que nos hace sentir el dolor de otra persona y responder con amabilidad?
La empatía conduce a ayudar, lo que beneficia las relaciones sociales. Somos, naturalmente, criaturas sociales. Y lo que nos ayuda en nuestras relaciones con otras personas también nos benefician. Cuando las personas experimentan empatía, es más probable que participen en comportamientos prosociales que benefician a otras. El altruismo y el heroísmo también están conectados con la empatía.
Para los psicólogos/as, empatizar (rapport) con nuestros consultantes es una parte importante de un tratamiento exitoso. Los terapeutas empáticos podemos ayudar a las personas en el tratamiento y obtener mayor comprensión tanto de la experiencia como de los sentimientos que la rodean.
Con información de:
https://lesley.edu/article/the-psychology-of-emotional-and-cognitive-empathy.
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