Los niños y los jóvenes advierten el mundo actual como amenazante, lo mismo que sus relaciones personales, familiares y sociales.
Si a este entorno ambiental se agregan factores de riesgo como la herencia genética, el temperamento personal o el familiar, entonces los niños y jóvenes están en riesgo de adquirir un trastorno de ansiedad.
El miedo es una emoción básica del ser humano y necesario para la supervivencia. Y es común que las personas se asusten ante determinados animales o insectos, a las alturas, a viajar en avión, a la oscuridad, a la sangre, a las inyecciones, los truenos, los espacios cerrados, etc. Pero, no en todos los casos se trata de una fobia.
Las personas con trastorno de pánico tienen repentinos y repetidos ataques que duran de pocos a varios minutos. Es difícil reconocer el origen de las sensaciones y éstas son muy intensas, pueden ocurrir en cualquier momento y causar incertidumbre ante la posibilidad de tener otro.
Autor: Efraín Pérez León Reflexiona Paul Watzlawick [1], sobre una conseja popular: no hay nada más difícil de soportar que una serie de días buenos. Lo anterior viene a cuento porque, como menciona este autor, por mucho tiempo se nos ha tratado de convencer, con cierto éxito, de que si buscamos la felicidad, finalmente, la encontraremos. Lo cual no es tal. Y lo gracioso del caso es que este concepto ni siquiera se ha podido definir. [1] Paul Watzlawick (1921-2007) fue un psicólogo...