Rara vez nos detenemos a pensar en nosotros mismos, sobre nuestras vidas y si necesitamos hacer algunos cambios para estar y sentirnos realmente bien con nosotros mismos.
El ritmo vertiginoso de nuestras vidas no nos permiten reflexionar. Todas las personas deberíamos hacernos por lo menos tres preguntas: ¿Quién soy?, ¿Cómo soy? y ¿Hacia dónde voy?